Una con mamá

Somos niñas, con los ojos vibrantes, esperando la mirada de mamá. Somos jóvenes, burlamos la muerte corriendo lejos de ella, pero giramos la cabeza, buscando aún sus ojos. Somos adultas, y seguimos encontrándonos en mamá: en sus consejos, su experiencia, su amor. Ahora, nos parecemos a ella. Somos ancianas, y pronto partiremos. Aún ansiamos tomar su mano, mirarnos en sus ojos cristalinos y cruzar ese sendero juntas. Y cada vez que la recordamos, volvemos a ser niñas, volvemos a ser jóvenes. Escuchamos de nuevo su voz, sentimos sus palabras con las mismas emociones. Y si caminamos con pausa los recuerdos, descubrimos que podemos reescribirlos, porque somos una con mamá, y mamá es una con nosotras. Luz Eliam LuzERo de Amor, 1 mayo 2025