La Luz que era


Hoy extrañé a la Luz que era. No por querer pisar de nuevo esos caminos, sino en el reconocimiento, público, además, de cómo he cambiado con los años.

Claro está, con extrañarme no pretendo atrapar para siempre mis recuerdos o desandar los pasos, pues son justo los que me han traído hasta aquí hoy.


Repetiría cada dolor del pasado, cada gota de sudor apasionado y también cada lágrima que he derramado. Más sabiendo que los pasos dados me han traído a este momento mágico.

Tal vez, y solo como un suspiro de duda, tendría el impulso de acelerar el paso, pero con la rebeldía que me habita, de seguro me llevaría la contraria y normalizaría la marcha.

Y quizá, en algún abrazo, de aquellos que he extrañado profundamente, sin musitar palabra, me quedaría un poco más atada a esos brazos, pero así…un poco más…un poco más de abrigo, de esos brazos que amado desde el alma.

Esos brazos que he tenido el valor de soltar, con amor o con lágrimas. O ambas.

Luz Eliam, 2022

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