Reluciente
Y aunque parezco un poco distraída o llena de cosas por hacer, en realidad estoy limpiando.
Poco a poco he sacado todos los guardados de mi closet y saludé a los monstruos que no me atrevía a mirar. Necesitaban que los reconociese y al mirarlos con amor, pude ver en sus sonrisas los feroces dientes malolientes que temí ayer.
Fue una sorpresa descubrirlos tan coloridos como yo y obviamente tan escandalosos como yo. Eso último no me extrañó, pues los había escuchado en largas noches de insomnio y ríos de dolor. Hoy reímos, nos abrazamos y planeamos un café y una fogata.
Sigo mi tarea...
No imaginas cuánta basura había en mis cajones...miles de ideas inútiles, sentimientos dañados, personas que ya no me quedan (o no me lucen 🤭) , hasta recuerdos de dolor que ya no duelen. Ilusiones empolvadas, amores 'mohosiados' y cientos de recuerdos que me he negado a soltar, colgados en telas de hermosas arañas, y hasta migas de tristezas contenida.
Con amor y determinación, he tomado un paño y limpio cada hendija. Anhelo que todo esté en su lugar.
Conservaré los recuerdos necesarios para ser usados, los aprendizajes más que las experiencias, uno que otro amor que me devuelva la fe cuando la esté perdiendo, los zarcillos que me hacen lucir vibrante. A las sonrisas las distribuiré por toda la estancia porque pretendo usarlas siempre.
También puse en un lugar especial aquellos momentos memorables de esta experiencia humana, aquellos en los que más amé y serví.
Todo está quedando reluciente...y espacioso.
Hasta cabría un nuevo amor en esta estancia, con sus canciones, su poesía, sus carcajadas y sus monstruos.
No sé cuando llegue. Pero por si acaso, seguiré limpiando y puliendo cada rinconcito, y mientras duerma, dejaré la puerta abierta, tal vez se cuele por entre las estrellas cuando la luna sonría como testigo.
Luz Eliam, 21 de mayo 2023
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